El diseño de un proyecto de carpetería y la elaboración de muestrarios para nuestra empresa requieren una planificación concienzuda de las necesidades de comunicación. Hay que tener en cuenta numerosos factores: el formato, la información que debe contener, el público al que está destinado… El tipo de muestras determinará también el tamaño y forma de la caja o estuche que lo contendrá, si es mejor un maletín o un pack que contenga catálogos y muestras todo en uno, etc.
Una vez respondidas todas las cuestiones anteriores el profesional de diseño gráfico podrá preparar una maqueta con la información que le hayamos proporcionado. Cuando todo sea de nuestro agrado habrá llegado el momento de imprimir las carpetas, cajas de muestrarios, envases… y todo el material corporativo.
En este punto surge otra cuestión, no menos importante que las anteriores: elegir el modo de impresión idóneo para cada caso.
Son muchos los sistemas de impresión disponibles en la actualidad. Desde que Gutenberg inventó la imprenta en el siglo XV, las técnicas de impresión no han parado de evolucionar.
Con todo, las más versátiles, que se pueden aplicar a la mayor parte de superficies y que proporcionan resultados fiables y duraderos son las que vamos a explicar en este artículo.
Offset
Esta técnica es un procedimiento económico que admite gran variedad de tipos de papel. Los resultados de la reproducción offset son de buena calidad y rápidos de obtener. Por ese motivo, se aplica a un buen número de soportes, tales como libros, etiquetas, revistas e impresos de lo más variado. Las superficies impresas con esta técnica admiten una capa barniz UVI, que se suele aplicar a determinadas zonas, como los logotipos, para realzarlos, logrando un acabado muy elegante.
Serigrafía
La principal ventaja de la serigrafía es su versatilidad. Mediante esta técnica se puede imprimir en cualquier soporte, indistintamente del material o tamaño de la superficie. Por ello, uno de sus principales usos es el material publicitario (bolígrafos, camisetas, cajitas…). Además, es posible utilizar una amplia variedad de tintas y resulta económica para tiradas cortas, lo que es muy práctico para pequeñas empresas.
Estampación térmica
No se trata de una técnica de impresión propiamente dicha, puesto que no utiliza tinta. Lo que se imprime en el soporte es una película de metal. Con este sistema se suelen realizar aplicaciones en dorado o plateado a diversos objetos, como cajas de muestrario, catálogos o tarjetas, aunque también es posible emplear otros colores. La estampación térmica o Hot Stamping, es la técnica ideal para destacar áreas específicas de una superficie impresa aportando un toque de distinción y elegancia.
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