En el proceso de comunicación intervienen muchos factores y se puede realizar por medio de diferentes canales. El cerebro humano percibe toda la información, tanto visual como auditiva, que hay a su alrededor y la procesa.
La comunicación visual comprende tanto la palabra escrita como las fotografías, vídeos, imágenes, formas y colores. Todo transmite, todo comunica. Todo lo que nos rodea nos comunica algo.
Puesto que la comunicación visual es tan importante, hay que tenerla muy presente en todo lo que se refiere a la marca de la empresa.
Todos los elementos visuales de una empresa forman parte de su identidad corporativa, desde el diseño y colores del logotipo que identifica la marca hasta diseño de las oficinas, las tarjetas comerciales, el merchandising personalizado, las vallas publicitarias e, incluso, el vestuario de los trabajadores.
Todos estos elementos deben tener una línea visual unificada para que puedan crear una identidad corporativa adecuada que se fije en la mente de los clientes y que se pueda identificar en un solo golpe de vista.
Para crear una correcta identidad visual es muy importante una planificación previa. Antes de elegir las formas y colores que nos van a identificar tenemos que pararnos a pensar qué es lo que queremos transmitir y a quién. En función del producto o servicio y de público objetivo elegiremos diseño que transmita seguridad, lujo, diversión…
Esto será parte fundamental de nuestra estrategia global de comunicación. Posteriormente se deberá trasladar a todos los elementos de la empresa para que transmitan el mensaje de forma coherente, con un sentido y con una misión, a través de todos los canales de comunicación que vayamos a emplear.
¿Cómo identifico y desarrollo la identidad visual corporativa de mi empresa?
- En primer lugar hay que analizar a qué se dedica la empresa, qué personas la forman, a qué público se dirige, cuál es su misión y sus valores.
- En segundo lugar hay que definir cuál es la cultura que rodea a la empresa, los valores, experiencias, emociones con los que queremos que se identifiquen nuestros clientes. Es la forma de conseguir que se sientan atraídos hacia la marca.
- El siguiente paso será definir la identidad verbal. Hay que buscar un nombre acorde al ámbito de la empresa, a sus productos o servicios. Y también será necesario establecer una forma der comunicación (formal, informal, académica…) para el contacto con el público.
- Todo ello se plasmará en la identidad visual, un logotipo que identifique visualmente a la empresa. Los tamaños, formas, colores y diferentes usos del logotipo se plasmarán en un manual de identidad corporativa que todo el personal debe conocer y manejar.
- Una vez tengamos todos esos elementos bien definidos podremos elaborar un plan de comunicación que sirva para proyectar esa identidad y posicionaría en la mente de los consumidores. Un responsable de comunicación será la persona encargada de elaborar la estrategia y de velar por que se cumplan los criterios de comunicación en todo momento.